Todo el mundo sueña con vivir mucho… sin envejecer.

Permanecer eternamente joven ha sido la máxima preocupación humana y el objeto de estudios desde los inicios de la medicina. Pero vida y envejecimiento van de la mano; todo, incluido el organismo humano, está sometido al desgaste permanente; proceso genéticamente programado, más o menos rápido según la persona y su entorno, y que empieza en la célula. Los avances médicos han aumentado las esperanzas de vida, pero no nos han librado de la vejez.
El objetivo de la terapia celular es la revitalización de células y órganos; ofrecer al ser humano la posibilidad de vivir con buena salud y aceptable frescura de cuerpo y alma.

La terapia celular es el primer método biológico científico, que recurre a un material de sustitución joven, para regenerar células deficientes del organismo humano; contraria a la medicina moderna que administra medicamentos químicos, la terapia celular es natural.

Qué es la terapia celular

La terapia celular fue impulsada por el Dr., Paul Niehans en el año 1931, iniciando con la selección de células de órganos específicos a partir de un feto animal. En el año 1955, logra obtener células liofilizadas de dicho material fetal, provenientes de mamíferos bovino, ovinos, suinos, en forma liofilizada, manteniendo las estructuras celulares intactas.

¿Por qué células embrionarias animales?

A través del tiempo se ha comprobado que la especie ovina, es la mejor donante debido a su gran sistema inmunológico y resistencia natural contra las enfermedades. Las proteínas de la oveja son particularmente compatibles con el organismo humano y no desencadenan reacciones inmunes.
Se recomienda en caso de:
• Baja general de vitalidad
• Estados de fatiga física o psíquica
• Secuelas de enfermedad u operación
• Envejecimiento prematuro y desgaste de varios sistemas u órganos: cerebro, corazón y circulación de la sangre, pulmones, hígado, riñones, aparato circulatorio.
• Deficiencia de la estimulación o debilidad psíquica disminución de la autodefensa del organismo (deficiencia del sistema inmunitario).
El efecto preventivo, por la consolidación de los sistemas de defensa e inmunitarios, es apoyado por publicaciones científicas. La terapia celular se recomienda no sólo cuando aparecen los primeros síntomas de envejecimiento, sino como profilaxis desde la infancia. Y permite tratar males que antes no se podían curar, o sólo sintomáticamente con productos químicos.
Por Ejemplo:
• Degeneración del tejido conjuntivo y del aparato locomotor (artrosis)
• Arteriosclerosis del cerebro o del sistema cardiovascular
• Disfunciones endocrinas
• Afecciones de la menopausia
• Afecciones del sistema neurovegetativo debidas al estrés enfermedad de Parkinson
• Estados dolorosos crónicos:
Jaquecas, cefaleas, neuralgias, dolores dorsales